Entendemos a la tecnología como “la inteligencia, el conocimiento, la creatividad, la habilidad y el arte que la Humanidad utiliza para pensar, diseñar, construir, utilizar y perfeccionar o desechar artefactos y artificios”.
Utilizar, perfeccionar o desechar. Entender que no toda innovación es beneficiosa y que no existe un solo camino para el desarrollo tecnológico. Tener el conocimiento y la capacidad para discernir cuando una innovación es beneficiosa y cuándo debe ser desechada, porque perjudica nuestra calidad de vida y/o perjudica la salud de nuestra casa común, el planeta en el que vivimos.
En otras palabras, existe un desarrollo tecnológico conveniente y otro que no lo es.